El domingo de carnaval en Mecerreyes, tiene lugar la corrida del gallo. Fiesta pagana que se pierde en el tiempo y que se ha venido celebrando ininterrumpidamente, a excepción de los años en que se prohibieron en España este tipo de actos, también se cree que pudo dejar de celebrarse, como consecuencia del exceso de celo con que se empleaban los Zarramacos para defender al Gallo. Desde el año 1980, en que se recupera de nuevo la fiesta, año tras año las calles de Mecerreyes se llenan de colorido y de espectadores atónitos y boquiabiertos por lo que presencian.
Cada año se intenta representar la Corrida del Gallo de la forma más pura y fidedigna, siempre guiándonos en los trabajos y estudios que tanto Jesús González como Salvador Alonso de Martín publicaron en la ya desaparecida REVISTA DE MECERREYES.
En el trabajo de Salvador hay numerosas entrevistas realizadas en los años 1991 y 1992 a personas que vivieron la fiesta antes de perderse allá por los años 30, y en estos testimonios nos basamos para, año tras año intentar mejorar.
En la fiesta participa todo el pueblo, cantando, bailando y saliendo a por el Gallo. Aunque hay una serie de personajes que destacan y que tienen un papel más importante.
El Gallo: Como no podía ser de otra forma es el principal personaje y alrededor del cual gira la fiesta. En los últimos años se viene usando uno de trapo, para las carreras y el entierro, ciñéndonos a los nuevos tiempos y a la época en que vivimos, y evitando herir sensibilidades. También llevamos uno vivo, sujeto a otra rueca, para los desplazamientos entre plaza y plaza.
El Rey: Niño de unos 10 años vestido con sus mejores trajes, usando polainas, una banda que le cruza el pecho y un gorro. Es el encargado de llevar al gallo en una rueca, (rama de árbol terminada en varios tallos que trenzados entre sí hacen una especie de jaula donde se ata al gallo, adornado con un mantón) y se coloca en el centro de la calle, con la rueca en alto, para que los mozos entren a por el gallo.
Zarramaco: Mozo fornido y fortachón, que vestido con pieles y cencerros, con la cara pintada y ayudado de una tarrañuela (palo rajado de arriba a abajo, que es utilizado por el zarramaco para intimidar y llegado el caso golpear a los mozos que se lleven el gallo) es el encargado de defender al gallo, si algún mozo osa entrar a llevárselo.
Danzantes: Grupo de mozos que colocados en dos filas y flanqueando al Rey, danzan al son de una tonada interpretada por las dulzainas y el tamboril; es en este momento cuando pueden los mozos entrar a por el gallo.
Alguaciles y Mozo mayor: Son los encargados de hacer respetar las normas, guardar las filas, etc. Los Alguaciles, vestidos con antiguas chaquetillas y fajas llevan también alforjas, con ceniza ú otro elemento disuasorio y arrojadizo en su interior que derraman a los pies de la gente si esta no deja espacio suficiente para que salgan los mozos a pelar el gallo, también se acompañan de largas varas con las que marcan el límite para que los visitantes no interrumpan el desarrollo de la fiesta. El Mozo Mayor va vestido con Capa castellana y da las normas para que todo funcione correctamente
DINÁMICA DEL GALLO DE CARNAVAL:
Todo comienza a las 9:00 h. de la mañana, con la petición de aguinaldos, por todas las casas del pueblo. Alguaciles, Mozos, Zarramacos, Dulzaineros, todos ataviados con trajes típicos, piden los aguinaldos, con los que sufragarán la merienda de mozos.
A las 13:00 h. la cosa empieza a calentar, pues empiezan a aparecer numerosos personajes. Cuerdas, huesos, pieles, retales de tela, hojas de roble y gallarones, son algunos de los materiales usados para confeccionar estos disfraces inspirados en testimonios recogidos a nuestros mayores. Se provoca a la gente de forma sana, y es muy divertido. Todos los años sale alguna sorpresa.
A las 17:00 h. el plato fuerte; una vez preparados el gallo vivo, y el gallo de trapo (este se usa en la corrida para que el de verdad no sufra ningún daño) colocados en la rueca y adornados con un mantón, el Zarramaco, acompañado de alguaciles y mozo mayor y al ritmo de las dulzainas, se dirige hasta la casa del Rey, para hacerle entrega del gallo; desde allí se dirige toda la comitiva hasta el Ayuntamiento, donde los alguaciles se encargan de organizar bien las calles, los danzantes se incorporan y el coro comienza a cantar las coplas. Entre copla y copla suena la música de dulzaina, y es en ese momento cuando se puede entrar a por el gallo; si el que entra, consigue hacer un recorrido y devolver el gallo al Rey, recibirá los aplausos del público, si por el contrario recibe un garrotazo o tarrañuelazo, deberá devolver el gallo al zarramaco.
Como dice la copla:
El que entre a por el gallo,
lo que en limpio va a sacar,
es un palo con la estaca,
y no pueda reclamar.
Una vez finalizado todo el recorrido, se dirigen todos los participantes hasta la plaza, donde se realiza la subasta de la cresta del gallo (se subasta todo el gallo) y se termina la fiesta con el baile de la rueda y con la degustación de postres típicos (Guirlache, Naranjas con azúcar, Orejas de haba y Florones) que ofrece la Asociación de jubilados.
Y CON ESTO TERMINA LA FIESTA DEL GALLO DE CARNAVAL.
¡ESTAIS TODOS INVITADOS!
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