La Iglesia actual es de construcción tardía: mediados del siglo XVI con una ampliación a mediados del XVII. Los orígenes del templo corren paralelos a los del pueblo, puesto que algunos apuntan a que en el lugar que ahora ocupa la Iglesia pudo haber una pequeña fortificación defensiva; una vez asentadas las gentes y pacificado todo el territorio, en el siglo XVI, se vio la necesidad de ampliar el primitivo templo románico (después convertido en la ermita de la Virgen del Camino) y para ello se utilizó el lugar del castillete.
Sea cual fuere su origen, el caso es que nos encontramos con una construcción renacentista: en el año 1589 se halla construida la nave central según podemos leer en una de las claves de bóveda. Después se ampliará con la torre, el coro, la sacristía, la nave del Cristo, la portada sur y la muralla exterior.
Sin embargo las obras de la Iglesia no terminan hasta nuestros días con su restauración integral, el saneamiento y pavimentación de los exteriores, puerta y cancelas nuevas, adquisición de algunos elementos ornamentales y cultuales y la iluminación del templo.
Además de desempeñar su función sacramental y oracional, ofrece un espacio único para otras manifestaciones culturales (conciertos, conferencias, charlas…) y populares, como el Belén monumental que alberga durante la Navidad todo el bajo del coro o la ofrenda floral a la Virgen el día de la fiesta.
LA ARQUITECTURA
La Iglesia presenta una planta basilical de tres naves dispuestas en dos alturas. En la nave orientada al norte están situados los altares de la Virgen del Rosario, del Pilar y de la Inmaculada. En la nave orientada al sur se encuentran la puerta de acceso al templo, el baptisterio y los retablos del Cristo y de las ánimas.
La sacristía es una obra del año 1654, que se verá ornamentada por una cajonera en madera de nogal llevada a cabo por Miguel Gil en el año 1744.
PILA BAUTISMAL
La pila bautismal es una obra románica del siglo XII con una decoración sencilla pero hermosa, consistente en una arcada ciega de medio punto y una doble cenefa en la parte superior.
RETABLO MAYOR
El retablo mayor está dedicado a san Martín, representado como obispo. Esta pieza no es originaria de este retablo sino de uno anterior de finales del siglo XVII, sin embargo no desentona del conjunto.
El retablo es una obra del año 1703 realizada por el Maestro Marcos López y destaca por su profusa decoración vegetal en las columnas salomónicas. Manuel Carpintero y Campo maestro dorador, es quien lo dora y estofa. El Maestro Juan Baldón es el encargado de realizar las tallas de san José, san Antonio de Padua y el santo Cristo que corona dicho retablo.
El concejo dona el sagrario y ostensorio según podemos leer en la inscripción de su parte baja: «Esta custodia hizo y donó el Concejo de esta Villa a su costa. Año 1707.»
Queda de este modo conformado el retablo formando un conjunto armonioso y elegante, que destaca por su ornamentación y por la luminosidad que aporta al presbiterio.
RETABLOS LATERALES
Pocos años más tarde se van a realizar dos retablos más: los dedicados a la Virgen del Rosario y al Santo Cristo. Ambos son obra del arquitecto Juan Manuel de Rivas y son de 1740 el primero y 1744 el segundo.
El retablo de la Virgen del Rosario tiene unas imágenes que no le corresponden: las tallas de san Sebastián, san Roque y san Antón; éstas, junto el Santiago del retablo del Santo Cristo, debían pertenecer al mismo conjunto escultórico. La imagen de Nuestra Señora es de un escultor burgalés.
El retablo del Santo Cristo parece estar dispuesto para albergar la talla del Cristo, posiblemente gótico tardío, de una expresividad y calidad notables.
Finalmente nos encontramos con otros dos retablos: el de la Inmaculada y el de las ánimas. Ambos del mismo autor y fecha: 1805. El de las ánimas está flanqueado por las imágenes de los santos fundadores Francisco de Asís y Domingo de Guzmán. El de la Inmaculada por las mártires Lucía y Bárbara. La talla de la Inmaculada es una adquisición de principios del siglo XX.
ORFEBRERÍA
CRUZ PARROQUIAL
La cruz parroquial es, sin duda, la joya de la Iglesia de Mecerreyes, por ser de plata y por su calidad artística. Es una obra de finales del siglo XVI realizada por los talleres de los plateros de Burgos. Su decoración y hechura es la clásica de esta época asemejándose a un bordado en plata.
CUSTODIAS
De menos importancia artística y algo anterior a la Cruz parroquial es el copón-custodia tallado en plata. El libro de fábrica lo describe así: «copón grande y un sol de plata en que se anda la procesión del Corpus«.
La última adquisición de la parroquia ha sido la Custodia. Presenta una decoración de esmaltes que resaltan sobre la plata dorada realizando un conjunto de bellísima factura.
Además de estos elementos, podemos encontrar otros de menor valor del siglo XVII y realizados en plata: incensario, crismeras, vinajeras y platillo, cáliz y copón. Todo ello por la presencia en el pueblo por esas calendas, de un platero.
PATRONOS:
SAN MARTÍN DE TOURS
La iglesia está dedicada a S. Martín de Tours. Dos son las representaciones típicas de este santo: cortando la mitad de su capa para dársela a un pobre y como obispo.
Martín (316-397), húngaro de origen, pronto se traslada con su familia a Pavía (Italia) de donde eran oriundos. A la edad de 15 años ingresa en el ejército del imperio romano siguiendo los pasos de su padre. Este período es clave para su futuro por dos motivos: inicia el catecumenado con 18 años y tiene una visión en la que se le presenta Jesús como un mendigo al que él había dado la mitad de su capa; poco después tiene lugar el episodio de la batalla de Worms en la que Martín le dice al emperador que luchará sin armas para demostrar su valor; este ejemplo de valentía acabará con la victoria romana sin necesidad de batalla. Al poco tiempo abandona el ejército, es bautizado y se une a san Hilario para aprender de él toda la doctrina cristiana. Movido por un ideal de perfección se retira llevando una vida eremítica. Llamado de nuevo por Hilario, funda un monasterio en Ligugé y desde el año 370 hasta su muerte fue obispo de Tours, a pesar de sus negativas. Destacó por su defensa de la fe, por su celo pastoral y por su caridad con los pobres.
Su fiesta es el 11 de noviembre. Es el patrón de soldados, y de tejedores y fabricantes textiles, junto a S. Francisco de Asís; a él siguen recurriendo los mendigos en sus necesidades; y le tienen como patrón numerosos pueblos y ciudades de todo el mundo.
Todos los 11 de mes, Mecerreyes honra a su patrón cantando su himno con solemnidad y cariño.
LA VIRGEN DEL CAMINO
En Mecerreyes tenemos una devoción muy particular a la Virgen del Camino. Fruto de ese cariño hacia la Virgen es la talla actual de la patrona y la edificación de una nueva ermita después de haber sido demolida la vieja en los años 60. La Virgen recoge los ruegos de los guiletos y cuida especialmente de sus enfermos, por eso una lamparita arde siempre junto a ella, para que sea su protectora y guardiana en esos momentos de debilidad. En el mes de Mayo llevamos su imagen a la ermita donde permanece hasta el final de verano.
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