Los CARBONEROS un oficio de larga tradición en nuestro pueblo, hoy día nadie se dedica a hacer carbón, «…hay que trabajar duro y la gente joven no quiere…», nos dirán los mismos carboneros.

 

Con esta entrevista no se trata de explicar el proceso de elaboración del carbón, sino más bien de reflejar las experiencias vividas por las personas que en su tiempo se dedicaron a ello y que han estado dispuestas a contárnoslas.

Nos consta que muchos más de los que aquí aparecen han dedicado algunos años de su vida a este oficio, unos porque les gustaba, otros por necesidad, sin embargo, para no hacerlo muy extenso, esperamos que sirva el testimonio de unos pocos para recordar el trabajo de todos ellos.  

 

Los protagonistas de nuestra entrevista han sido: AMBROSIO DIEZ GONZÁLEZ, FERMÍN ALONSO ALONSO, CÁNDIDO GONZÁLEZ ALONSO, JESÚS DIEZ DIEZ, AMBROSIO ALONSO ALONSO, JOSÉ ALONSO ARRIBAS y VÍCTOR AUSÍN ARRIBAS.

 

 

 

§  ¿CUÁNDO EMPEZÓ A TRABAJAR COMO CARBONERO? ¿LE VIENE EL OFICIO DE TRADICIÓN? 

 

La mayoría de ellos iban de jóvenes con sus padres y después se pusieron por su cuenta, otros, hacían carbón por necesidad, porque no había mucho donde elegir.

 

o FERMÍN.- Yo empecé más tarde que otros porque me marche a la guerra. Empezaría sobre los 27 años, pero antes iba a llevarle la comida a mi padre.

Mi padre era carbonero, trabajó con Marcos, el «tío Botón», el tío Lucio… Cuando era joven mi padre hacía carbón y yo iba a arar.

jesusdiezo JESÚS.- Empezaría sobre el 68 o 70, llevo veintitantos años. De chaval estuve trabajando en Covarrubias con «el Cacuto».

Mi padre se dedicaba a transportar el carbón, alguna vez también lo hacía, pero poco. Como la vida se puso difícil cuando en el campo se impuso el tractor y no nos decidimos a meternos en una agrupación, nos dedicamos a hacer carbón, era la única forma de sacar algo para sobrevivir.

o AMBROSIO DIEZ.- Con 18 años ya iba a hacer carbón. Mi padre era carbonero.

o CÁNDIDO.- A los 30 años hacía carbón y un poco de todo. Mi padre y mi suegro también eran carboneros.

o AMBROSIO ALONSO.- Me casé en el 52 y en el 53 nos quedamos con el lote de Valdelasescaleras, el de las «perdices» (lo llaman así porque en aquella ocasión hubo pérdidas y tuvieron que añadir dinero).

De pequeño, desde que tenía 15 años iba con mi padre y con el tío Alejandro todos los inviernos. Luego, de 20 años, cuando entraba en quintas estuvimos en Contreras, en el monte Gallubar con Paco, «Baturro» y mi hermano Fermín.

o VÍCTOR.- Empezar, empezar, hace cosa de 12 ó 14 años, pero con mi difunto padre estuve toda la vida, aunque iba más a picar leña; a dormir se quedaban mi hermano y mi padre.

Mi padre fue carbonero de toda la vida.

o JOSÉ.- Hace 45 años, en Alarcia, hacíamos carbón de haya. Mi padre también era carbonero.

§  A PARTE DE MECERREYES ¿EN QUÉ OTROS PUEBLOS HAN HECHO CARBÓN?

 

o FERMÍN.- Primero con Zacarías y Leo en Villarcayo y más arriba; íbamos a Escaño, Pisuerga, Puentedey, San Felipe…

Justo Moral (ya fallecido, vivía en Quintanilla y se dedicaba a vender aceite, azúcar, huevos…) se quedó con un trozo de monte en Villarcayo y estuvimos trabajando para él, Leo, Zacarías y yo, por un tanto (20 céntimos el kilo).Íbamos 15 ó 20 hombres a trabajar, era un monte particular que se había quemado de carrascas gorditas y en el que no dejaban cortar con hacha sino con serrón. Nos pusimos a hacer un horno grande como los de Mecerreyes, le echamos lumbre y la tierra no sujetaba nada el horno, por lo que se formó tal escoria que aquello parecía un volcán. Nadie se atrevía a subir. En tres días se quemó un horno de 15.000 kg. de carbón. Para sacarlo estuvimos 8 ó 10 días, era todo lumbre.

carbonera1o JESÚS.- Sólo he estado una vez en Arlanza, desde Diciembre hasta San Pedro; lo demás, todo el tiempo aquí.

o AMBROSIO DIEZ.- En Santibáñez del Val, Tejada y Oña casi 3 años.

o CÁNDIDO.- Aquí en el monte lo más, fuera, en Arlanza, en Alarcia y en Pineda. De obrero estuve en Tudanca de Ebro, en Sarracín, en San Quirce, …

o AMBROSIO ALONSO.- En los Ausines entramos con Eugenio «el Tumbón» y mi cuñado Ángel, allí, pues hombre, ganamos el jornal y todos contentos. Se sacaba la leña de las raíces; el tío Eugenio era feliz allí, era muy buena persona no he visto otro como él, con él no podías tener una mala palabra, siempre estaba de chirigota y era un buen cocinero, además, tenía el detalle de ofrecerte a media tarde unas patatas asadas y la bota de vino y… otra vez a trajinar.

En Contreras no nos fue muy bien con la gente del pueblo. Estuvimos haciendo piladas y carriles para el carro y luego nos dijeron que en el monte no se podían meter carros porque se destrozaba, con lo cual, tuvimos que claudicar y contratar burros. Allí trabajaban a la envidia.

o VÍCTOR.- Todo el tiempo en Mecerreyes, bueno, estuve una vez en Salas, pero fueron 4 días nada más. Yo del pueblo no he salido.

o JOSÉ.- En Pineda de la Sierra, en Alarcia, en el Negredo 4 años, en el monte de Covarrubias 9 años y, en Mecerreyes los restantes. En Arlanza he estado descortezando.

§  ¿TRABAJABAN POR CUENTA PROPIA O LES CONTRATABAN? 

 

ferminalonsoo FERMÍN.- En Mecerreyes todo el tiempo trabajábamos para nosotros, en otros sitios íbamos contratados. En Alarcia estuvimos con «El Baturro» y «El Bolo», para el difunto Herminio que se había quedado con un trozo de monte.

o JESÚS.- Yo siempre he trabajado para mi. Alguna vez, de joven, si he estado a jornal. Estuve 25 años con Florentino y, después, 4 años con mis hijos.

o AMBROSIO DIEZ.- Nosotros comprábamos y trabajábamos por nuestra cuenta. Algunas veces también he ido de obrero.

o CÁNDIDO.- Por cuenta propia lo más. Se compraba un lote de leña, se tiraba con el hacha (entonces no había motosierra), se escamondaba y se aplicaba. Ahora, últimamente, ya lo hacíamos con el motosierra, trabajábamos mejor y más descuidados.

o VÍCTOR.- Trabajábamos por nuestra cuenta. Antes, se cortaba la leña, se hacían lotes y se remataban para ver quien daba más y se los quedaba. En los últimos años, se elegía un lote y, por tu cuenta, te los cortabas.

o JOSÉ.- Por nuestra cuenta, comprábamos un trozo de monte y, otros años se hacía «a hechuras», es decir, dando un % al Ayuntamiento, hasta un 22 % los últimos años que trabajé yo.

o Algunas veces íbamos contratados, en Alarcia nos pagaban a 30 ptas. y mantenidos, estuvimos 44 días.

§ ¿ERA RENTABLE HACER CARBÓN?  

 

carbonera2Según parece hay que distinguir dos etapas para hablar de la rentabilidad del oficio; en la primera, se compraban los lotes y se pagaba por ellos antes de vender el carbón, después de hecho y, según variase a la alza o a la baja el precio del carbón, se obtenían beneficios o pérdidas; en la segunda etapa, que coincide con los últimos años, se pagaba un porcentaje del dinero obtenido por la venta del carbón al Ayuntamiento, por lo que, siempre había ganancia.

 

o FERMÍN.- No había más trabajo pues … qué ibas a hacer. El que más dinero sacaba era el intermediario. Al principio, era lo comido por lo servido, en los últimos años sí que era rentable. El único año que ganamos alguna «perra», 20.000 ó 30.000 ptas, las conté varias veces.

Un años con mi hermano Ambrosio compramos el lote de Valdelasescaleras, trabajamos 70 u 80 días de balde y, además, tuvimos que poner 6.000,- ptas. porque pagamos por el lote 45.000,- ptas y aquel año bajó el precio del carbón. Para no perder lo tuvimos que guardar 2 años pero las deudas había que pagarlas.

o JESÚS.- Yo todos los años que he hecho carbón he tenido ganancias, unos años más y otros menos, nunca me ha tocado empalmar. Era un trabajo esclavo y duro pero en los últimos años se sacaba dinero (ahora los parados porque no quieren pero podían sacar dinero haciendo carbón, la juventud de ahora no quiere esa esclavitud, quiere mejor vida). Antes valía a 30 ptas/Kg. pero ahora vale a 50 ptas/Kg. y, pagando al Ayuntamiento el 22 % se saca dinero. Algunos años, hemos ingresado en el Ayuntamiento 500.000 ó 600.000 ptas.

o AMBROSIO DIEZ.- Unos años sí, otros años poco. Un años tuvimos un lote en Valdespinosa con mi cuñado Emilio que fue rentable, porque lo habíamos comprado con idea de venderlo, por ejemplo, a 1,- pta. y lo vendimos a 1,50,-ptas., pues eso es lo que ganamos.

Otras veces salía mal el tema; un año en Valderodriguillo, el difunto Eutiquio, mi cuñado Emilio y yo, no sólo no ganamos, sino que además tuvimos que poner dinero.

Estos últimos años ganaban lo que querían.

o CÁNDIDO.- Ahora, últimamente sí, poco o mucho pero se ganaba, no había pérdidas. Antes a lo mejor comprabas un pedazo (un lote que se llamaba), igual dabas 30.000,-ptas. y no sacabas para ello, incluso a veces tenías que arrimar «perras».

ambrosioalonsoAllá en Valdelasescaleras que teníamos nosotros un lote con Eugenio y Poli tuvimos que arrimar 1.000 duros cada uno  después de trabajar.

o AMBROSIO ALONSO.- No, no era rentable. Como no se cobraba hasta que no se vendía, si trabajabas 100 días y cogías el dinero todo junto, parecía algo, pero si lo repartías no era tanto. Desde el año 80 en que yo dejé de trabajar es cuando se empezó a ganar. Cuando lo hacíamos nosotros, se vendía a 16 ó 18 pesetas, luego se ha vendido hasta 40 ptas. y, ahí si se sacaba jornal, que es como debe ser, ya que es duro, sacar algo.

o JOSÉ.- A mí nunca me ha tocado perder. Cuando Graciano iba con Martín que eran socios, pagaban a los obreros a 15,-ptas. y ellos salían a 9.-ptas. Últimamente se ganaba dinero.

§  ¿ERA DURO EL TRABAJO DE HACER CARBÓN? ¿CÓMO ERA LA VIDA EN EL MONTE? 

 

Todos coinciden en afirmar que era un trabajo duro y muy esclavo e incluso, a veces, no recompensado. Pasaban ratos buenos y ratos malos pero, según se verá a continuación cada uno lo cuenta según se experiencia

 

o FERMÍN.- Era bastante duro. En el monte nos quedábamos a dormir desde que se echaba la lumbre hasta que se barría el suelo, aproximadamente mes y medio. Cuando estábamos en Mecerreyes bajábamos y subíamos, la choza era para el que se quedaba al cuidado del horno. Yo muchos días iba a arar y luego subía al monte a dormir, porque al día siguiente me tocaba estar allí. A veces aunque no me tocaba me reclamaban igual; una vez en Valdehorno con «Rojis» Seve y Tori, me tocaba al cuarto día pero, al segundo tuve que subir porque se bajaba la lumbre.

carbonera3o JESÚS.- Es un trabajo que se puede sobrellevar si te gusta el monte. Es duro, sobre todo cuando se empieza a cocer.

o AMBROSIO DIEZ.- Mucho pero, como no había otra cosa, no quedaba más remedio que hacerlo. Entonces no había ni motosierras, ni tractores, todo a golpe de hacha. La vida ha sido muy dura, entonces se vivía así y así nos tocó vivir.

Aquí en Mecerreyes dormíamos en la choza desde que se echaba la lumbre, si estábamos en otro pueblo, pasábamos noche y día allí.

o CÁNDIDO.- Más que otra cosa, muy duro y muy esclavo, como no se cuentan las horas … venga trabajar y trabajar.

o VÍCTOR.- Sí claro que es duro, sobre todo cuando estás cociendo que es día y noche. Dormir en la choza no es dormir, te tumbas en el saco y no puedes estar más de 2 ó 3 horas seguidas ya que en cualquier momento podía dar un «pedo» y si te pillaba durmiendo … Cuando hace aire arde antes, como los rastrojos en verano, si está sereno aguanta mucho más.

o JOSÉ.- Es duro pero también es alegre cuando estás con más gente. Hoy se ganarían «perras» en el monte. Yo todavía tengo ganas de trabajar.

He llegado a estar 44 días fuera de casa cuando estábamos en el Negredo (en el 80), iban las mujeres a llevarnos la comida, iban las más jóvenes (Marisa – Marivi …) y con Fermín era un cachondeo de miedo.

§  ¿EN ALGUNA OCASIÓN SE LES HA QUEMADO UN HORNO?

 

o FERMÍN.- Una vez en Alarcia teníamos 7 u 8 hornos más pequeños que los de Mecerreyes y, para verlos había que salir por una senda; estuvimos viendo 7, pero al 8º, como habíamos estado por la mañana, no fuimos. Al día siguiente cuando nos acercamos vimos que estaba quemándose, pudimos salvar la mitad.

o JESÚS.- No, quemarse, quemarse, no, pero empezar a arder con llamas si.

o CÁNDIDO.- Enteros nunca, pero algún trozo si. Una vez estando en Pineda se bajó la lumbre de repente y nos pilló en el sueño, se quemó un poco. Cuando se abren bocas y sale la llama, para taparlas hay que echar tierra encima.

o AMBROSIO ALONSO.- No, a nosotros no; explosiones sí «el pedo» que se llamaba y que te dabas buena sudada hasta que lo tapabas. Teníamos que estar todos a lo mejor un par de horas y, cuando ya lo habíamos tapado, podía dar otro hasta que se asentaba. Eran hornos grandes de unos 30.000 Kg.; en el año 76 estuvimos en Valdemarcos, allí en 4 hornos teníamos alrededor de 100.000 Kg., eran tan grandes que imponían, había que tener cuidado cuando se abrían.

victorausino VÍCTOR.- Quemarse enteros, no. Recuerdo una vez hace muchísimas años, con mi difunto padre, teníamos 90 seras de esparto ya envasadas y pesadas, unos 9.000 Kg., por San Martín, cuando fuimos a cogerlas al amanecer estaba todo abrasado.

o JOSÉ.- El último año que hicimos carbón, el 8 de mayo del 87, me tocó libar a mí y, como era mi cumpleaños estuve cenando en casa y me fui a la cama. Al poco rato vino Víctor diciendo: «levántate José que el horno ha dado un fogonazo». Fuimos a llamar a Joaquín para que subiera con el tractor y allí estuvimos hasta las 5 de la mañana, porque cuando tapábamos una boca con tierra, al poco rato daba otro «pedo» y, así hasta 4 o 5 veces. Aquél año hicimos 97.000 Kg. de carbón.

§  ¿QUÉ RECUERDA DE LOS CARBONEROS ANTERIORES? ¿HA CAMBIADO LA MANERA DE HACER CARBÓN? 

 

o FERMÍN.- El tío Lucio, el tío «Botón» y el tío Venancio trabajaban en el pueblo. En Alarcia, el  Herminio se quedó con un monte que cedió al «Baturro» y, allí fuimos. A mí no me gustó, era un monte muy prieto. El primer día al hacer la choza hacía mucho calor, el segundo día cayó una escarcha que parecía que había nevado, al día siguiente cayó tal nevada que nos quedamos incomunicados. «Baturro», Ángel y yo fuimos a pie hasta Arlanzón, allí había uno del pueblo (Joselito) que no nos conocía a nosotros  pero sí a  nuestros padres; su mujer nos secó la ropa y nos dio unas chuletas de carnero para comer; eso nos dio fuerzas para venir andando 40 km. hasta llegar a Burgos.

o CÁNDIDO.- Mi padre, mi suegro, el tío «Judas», el tío Nicomedes, el tío «Pechalvo», el tío «Valentín», el tío «Tin»…, todos eran carboneros.

En cuanto al trabajo hay muchas diferencias entre los primeros años de carbonero y los últimos, antes tenías que estar con el hacha todo el tiempo, luego, con el motosierra, divinamente. Eso sí, para sacar el carbón no hay máquinas, todo a mano y al lado del fuego.

o AMBROSIO.- Entonces se iba por la mañana hasta que se hacía de noche y no se miraba el reloj, ni  siquiera los había. Mi padre Pedro, Gonzalo, Alejandro («el bodegas»), siempre estaban juntos, nosotros los hijos íbamos con ellos. Ellos lo acarreaban con las parejas, se lo preparaban todo, no es como ahora, que nos quedábamos con un lote, pero como los machos que teníamos no valían, lo mandábamos  acarrear con el tractor, así es que de lo que ganaban ellos sabían que no tenían que dar ni una «perra».

josealonsoo VÍCTOR.- Ha cambiado por los tractores, antes tenías que hacer piladas, cargarlo al carro, ir a la cisquera y volverlo a tirar, el tractor lo descarga directamente, pero, lo que más trabajo quita es el motosierra.

o JOSÉ.- Estuve con el «Pechucho» de chaval de pinche, con el tío «Florines» a escamondar cuando era como vosotros.

En el Negredo, fue el Avelino (el de las Amparos) a vendernos un motor y, no quisimos, éramos 16 obreros y vendimos 700.000 kg. de leña. Más adelante vimos que era necesario usarlo, ahora, soy mayor y tengo 2 motores.

§ ¿CUAL ERA EL DESTINO DEL CARBÓN QUE HACÍAN?

 

Eran muchos los sitios a donde iba  a parar el carbón que se hacía en Mecerreyes. En los primeros tiempos la mayor parte iba a Barcelona (lo compraba un tal Justo Moral) y, últimamente su destino era Bilbao y Vitoria, se lo vendíamos a Pedrosa que pagaba pronto y bien, dice Jesús. Pero además se vendía en Burgos (a intendencia, a Campofrío y a carbonerías particulares), el tío «Goyete» se ha llevado mucho, nos cuenta Víctor; a Soria (para una fábrica de chorizos), a Villarcayo, a Baños de Río Tobía (Logroño), a Santo Domingo de la Calzada …

Últimamente, con los camiones se cogía el carbón directamente del mismo horno y de allí se transportaba. Pasaba por muchas manos, dice Ambrosio. Todos opinan que los intermediarios ganaban dinero y, para corroborarlo sirva de prueba el precio que tiene hoy día un saco de carbón vegetal utilizado para barbacoa.

José nos explica que también hacían «cisco picón» de las támbaras que luego se usa para braseros porque no daba «tufo».

 

 

Para terminar les preguntamos si tenían alguna ANÉCDOTA o cosa curiosa que contar. Fueron tanta y tan variadas las que nos contaron que no podemos transcribirlas todas, además, somos conscientes de que  en el papel no tienen la misma gracia y significado que cuando se oyen en boca de los propios protagonistas, sin embargo, ahí van algunas de ellas:

 

o FERMÍN.- En Contreras, de joven, después de la mili (tenía 24 ó 25 años) mi padre y el «Paquines» se quedaron con una leña y yo fui con ellos a trabajar. Allí tenían la costumbre de hacer muchos hornos de unos 3.000 kg, sin embargo, nosotros lo hicimos todo en uno muy grande. Nunca habían visto hornos tan grandes, menos mal que todo salió bien. Habíamos picado la leña y ajustamos carros en Hortigüela para cargarlo. Los de Contreras  querían aplicarlo con burros porque decían que los carros estropeaban el monte, querían ganar el jornal. Cogimos los treinta y tantos burros de la sociedad y el primer día por la mañana parece que hicimos bastante labor; comieron y por la tarde ya no querían hacer nada, decían que los burros estaban cansados pero, cuando marcharon hacia el pueblo cargaron un montón de enebro para ellos. Así estuvieron dos días con lo que tuvimos que hacer otro contrato ya que decían que era poco jornal lo que les pagábamos. Al final, tuvimos que terminar con los burros del pastor.

o AMBROSIO DIEZ.- En 1937 entré en un lote con el difunto Antonio, el difunto Ceferino y Balbino, estuve trabajando todo el tiempo a escamondar, a picar, a hacer carbón, a sacarlo y, después a venderlo no pude estar porque el 22 de junio me marché a la guerra.

o AMBROSIO ALONSO.- En Pineda fuimos a hornar y quemar en un  monte muy grande donde los hornos se hacían separados, cuando salíamos por la noche a verlos tardábamos  3/4 de hora o 1 hora hasta que volvíamos. Había una pastora joven y una señora mayor que cuidaban las ovejas, al principio las costaba arrimarse pero después decía la señora: «nos arrimamos a ustedes porque son buenas personas». José las contaba cuentos y, si hubiéramos querido, aquella chica estaba dispuesta a casarse, estaba deseando salir de allí.

candidogonzalezo VÍCTOR.- Si algún día teníamos un rato libre y estaba Fermín, que era muy gracioso, te reías un poco. Con Fermín es con quien mejor me lo he pasado, subía a vernos el cura y más gente y siempre les contaba chistes. En una ocasión, después de haber contado unos cuantos, le dijo al cura: «y no le cuento más porque mi hermano me está haciendo señas para que me calle». José también contaba muchas historias.

o JOSÉ.- Cuando acabábamos de hacer el horno, se cantaba la Salve, el «Baturro» tenía la costumbre de hacer una cruz y dar un beso en el suelo a la vez que decía: «tantos tizos como han salido del horno, salgan almas del purgatorio».

Yo solía contar muchas historia y cuentos, una tarde por San Juan subieron Alejando, «Fleta» y el cura y nos trajeron unas cerezas y un poco queso para merendar, nos vino estupendamente estar un rato a la sombra echando unos tragos y viéndonos un rato.

Como resumen, y a título de curiosidad, de todo lo que nos han dicho los carboneros, entresacamos unos datos que pueden servir de orientación para conocer un poco lo que supone el trabajo de hacer carbón:

La época del año en que se hacía el carbón iba desde mediados de noviembre, hasta junio. Después de San Martín se empezaba a cortar la leña, que se agrupaba en lotes, los cuales se vendían por Navidad. (La leña se corta cuando no tiene savia, en mayo no se corta porque se descorteza y para hacer carbón es mejor que tenga corteza, nos dice Fermín). Una vez adjudicado el lote, se escamondaba, se picaba con los carros (últimamente tractores) a las horneras. Más o menos hasta mayo no se empezaba a hornar y se solía terminar por San Pedro (alrededor de dos meses desde que se empezaba a hacer el horno hasta que se sacaba el carbón). Parece ser que a partir de San Pedro ya no esta permitido quemar porque hay peligro de incendio.

ambrosiodiezEl tiempo que tardaba en hacerse el carbón propiamente dicho, dependía del tamaño del horno; estaba unos 20 ó 30 días con lumbre. Luego en sacarlo se empleaban unos 4 ó 5 días.

La choza o cabaña se hacía de palos, en una esquina había un cajón con tocino en sal, patatas, alubias, cacharros para hacer la comida y demás utensilios necesarios, en medio se ponía un palo y adelante, la cocina. Unos días antes de empezar a poner la lumbre a los hornos se calentaba la choza para que no tuviera humedad y se pudiera estar dentro. Los colchones para dormir eran sacos de paja trillada. Al lado de la choza estaba la bodega, que consistía en un hoyo tapado con una mata o con ramas para mantener el vino fresco. Según nos cuentan, Zacarias, Graciano y José eran los que mejor se apañaban a la hora de hacer la comida.

 

Como último dato recogemos lo que nos dice José: «es fácil hacer carbón, no hay que estudiar nada pero hace falta saber dirigir los hornos, porque no todos saben. Siempre hay ladera y para poner las gavillas hay que colocar las piedras más gordas arriba para que tengan más aspiración, ya que abajo llega antes la lumbre. Hay que saberla guiar y no dormirse para que no se queme.»

Jesús nos hace saber que iba mucha gente a verles y a preguntar como se hacía el carbón, sobre todo los fines de semana, … nos hacían fotos y una vez, hasta vinieron los de T.V. …

Termina aquí esta entrevista, no sin antes dar las gracias a todos aquellos que se han prestado a colaborar y que han hecho posible con sus relatos que todos conozcamos un poco más de cerca el oficio de hacer carbón.

© «Los carboneros hablan», Publicado en Revista Mecerreyes, cuarto trimestre de 1993, núm. 42, pp.24-33 (Ilustraciones: Luis Carlos Diez y Jose Lorenzo González)